Síntesis del “Acuerdo estratégico Transpacífico de Asociación Económica
(TPP) y su impacto en México”
Jorge Retana Yarto
Historia del Acuerdo Transpacífico de
Asociación Económica (tpp)
El Acuerdo Transpacífico de Asociación
Económica (tpp siglas en inglés) también es conocido como el Acuerdo- P-4.
Es un Tratado de Libre Comercio
multilateral que tiene como objetivo liberalizar comercialmente a estas
economías de la región del Asia-Pacífico.
El Tratado fue firmado originalmente
por Brunéi, Chile, Nueva Zelanda y Singapur, el 3 de junio de 2005 y entró en
vigencia el 1 de enero de 2006. En los
meses previos a su firma, se le conoció como “Acuerdo Cerrado de Asociación
Económica entre Tres” (p3-cep) que implicaba un contrato al que ningún otro
país podía adherirse (los Tratados Comerciales o Acuerdos de Integración
Regional se dividen en abiertos a la posterior integración de otros Estados
adherentes, y encerrados, sin posibilidad de otras adhesiones) y fue firmado
inicialmente por Nueva Zelanda, Chile y Singapur, fue un Acuerdo surgido de la
Cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico realizada en Los Cabos, México en
2002. Luego de cuyo convenio inicial, se
realizaron (como suele ser) una serie de rondas de negociación para ir conformando
cada uno de los capítulos del Acuerdo, fueron cuatro rondas en total, y en la
quinta, se permitió a Brunei participar en las negociaciones (mes de abril de
2005), a partir de lo cual, se abrió el Acuerdo en curso a otros países y se le
conoció en sus orígenes como Acuerdo P-4.
Es el primer acuerdo plurilateral
entre países de Asia-Pacífico y América Latina. Algo realmente relevante.
Si los términos negociados no son lo
mejor, sino al contrario y hay aspectos muy negativos, es necesario separarlos
del gran mérito anterior mencionado.
Es importante destacar que el Acuerdo
Estratégico Transpacífico de Asociación Económica contiene una Cláusula de
Adhesión que permite que otras economías del Foro apec se incorporen al mismo,
reforzando con ello la intención original de perseguir una mayor integración y
liberalización comercial en la zona Asia Pacífico.
Hoy es bloque comercial abierto.
El objetivo fundamental, fue una
liberalización comercial acelerada mediante la eliminación del 90% de aranceles
(impuestos al comercio exterior) para el 1º de enero de 2006, y eliminarlos
completamente antes de 2015.
Los cuatro países involucrados en el
Acuerdo comparten tres características principales: son economías abiertas y
dinámicas, aunque no muy grandes; siguen políticas de apertura comercial
unilateral (sin esperar reciprocidad) y son miembros todos del Foro
Asia-Pacífico.
Posteriormente ingresaron seis países
más: Australia, EUA, Malasia, Perú (se incorporó a las negociaciones el 19 de
marzo de 2010) y Vietnam (pertenece también a la Asociación Económica del
Sudeste Asiático, junto con Malasia).
En últimas fechas, formalmente fue
aceptado México (inició negociaciones en junio del año 2013 y fue aceptado en
octubre del mismo, una vez que tuvo el respaldo de todos sus integrantes,
principalmente de Estados Unidos), aunque falta la ratificación por parte del
Senado de la República para darle plena validez e incorporar el Acuerdo al
marco jurídico nacional.
Con México el Acuerdo estaría
suscrito por 10 países en total. Ha quedado pendiente de resolverse la
incorporación de Canadá y Japón que también han solicitado su ingreso formal al
bloque comercial. Entonces, estamos ante un acuerdo comercial de integración
económica que por primera vez conjunta países considerados de diverso nivel de
desarrollo, integrantes de otros bloques comerciales y de tres regiones
geográficas distintas. Una gran innovación en materia de bloques comerciales.
Los nueve integrantes del TPP sin
México, son países que participan con 30% del Producto Interno Bruto mundial,
15% de las exportaciones y 19% de las importaciones mundiales, en cuyos
porcentajes es determinante -en alta medida- la incidencia de Estados Unidos
(23% del pib mundial).
Las exportaciones de México a Asia
han registrado un mayor crecimiento en los últimos cinco años con tasa de
crecimiento promedio anual de 17.5 %. Este es un dato sólido. Sin embargo,
llama la atención que toda esta estrategia comercial de México, a diferencia de
tres de sus socios comerciales latinoamericanos (Colombia, Perú y Chile, para
no mencionar a los países del Mercosur) no es complementada enérgicamente
fortaleciendo sus relaciones comerciales y de inversión con China, cuyo Acuerdo
de Asociación Estratégica no parece desear potenciarse al máximo por México.
Las bases están sentadas (hay firmado
con China un Acuerdo de Asociación Estratégica desde el año 2003) pero parece
que no existe la voluntad política suficiente o necesaria.
¿Se temerá irritar a Washington? ¿O hay
animadversiones ideológicas?, o ambas cuestiones.
Deberían explicarse claramente a los
mexicanos las razones de esta postura, porque los demás países de nuestra
región y de otras convergen en la idea de una asociación lo más estrecha
posible con China. México desperdicia la tendencia histórica y su privilegiada
situación geográfica, con un enorme litoral al Pacífico.
Contenido esencial
El cuerpo principal del Acuerdo
incluye capítulos relativos a los programas de liberalización comercial, normas
de origen, procedimientos aduaneros, defensa comercial o combate a las
prácticas de abuso de posiciones dominantes, medidas sanitarias, barreras
técnicas al comercio, lealtad comercial, propiedad intelectual, compras
gubernamentales, comercio de servicios, transparencia, modalidades de
cooperación bajo el título de “Asociación Estratégica” y sistema de solución de
controversias.
El Acuerdo principal es complementado
por dos convenios más: un Acuerdo de Cooperación Ambiental y un Memorando de
Entendimiento sobre Cooperación Laboral.
Es necesario clarificar los términos de estos otros Acuerdos, conocerlos a
detalle antes de que el Senado ratifique la incorporación de México.
Con respecto al comercio de bienes,
el Acuerdo es muy ambicioso y de amplia cobertura. La gran mayoría de las posiciones
arancelarias son objeto de inmediata y total desgravación.
Los plazos máximos son de diez años,
con excepción de los productos lácteos importados por Chile (quien logró pactar
un Trato Especial ante la gran competitividad de Australia y Nueva Zelandia,
por ejemplo), con respecto a los cuales y considerando su sensibilidad frente a
las exportaciones neozelandesas, se fijó un período más extenso manteniendo los
aranceles actuales durante los primeros seis años e iniciándose la desgravación
sólo a partir de entonces para llegar a la desgravación total al cabo del
décimo segundo año. Simultáneamente, se acordó una salvaguardia especial
durante el período de transición, sobre la base de un mecanismo de activación
automática. Las principales expectativas, desde el punto de vista de los
intereses de cualquiera de sus integrantes, fueron puestas en las acciones de
cooperación y complementación con Nueva Zelanda para la investigación
industrial, el desarrollo tecnológico y la capacitación profesional en áreas de
especialización comunes a ambos países (sectores forestal y lácteo, entre
otros).
Con relación a Singapur, se esperaba
un aprovechamiento de las ventajas ofrecidas por este país por su ubicación
geográfica e infraestructura de obras y servicios.
Los beneficios inmediatos que puede
proporcionar el Acuerdo Estratégico de Asociación Transpacífico a México es que
permitirá ingresar a mercados de dos continentes (exceptuando América, porque
México ya tiene TLC con Estados Unidos y Canadá, Chile y Perú), como son Asia
(a Vietnam, Singapur y Malasia) y Oceanía (Australia y Nueva Zelanda). Ello,
inmediatamente en que entre en vigor legalmente el acuerdo.
Este acuerdo permitirá una mayor
diversificación de la oferta exportable mexicana, siempre y cuando ésta esté
disponible o sea posible de generar, y el impacto será muy benéfico, siempre y
cuando el componente de valor sea mayoritariamente mexicano (no nacional, es
distinto, en lo nacional participan empresas globales asentadas en México pero
no propiedad de empresarios mexicanos) porque también se abre el mercado
mexicano a nuevos flujos de exportaciones competitivas desde países como
Australia o Nueva Zelanda y Malasia (los cuales tienen altos índices de consumo
y oferta manufacturera y agrícola competitiva), Singapur y Vietnam, es decir,
importaciones para México, que pueden desplazar a productores nacionales no
competitivos, cuando sabemos que el flujo de importaciones a México ha
resultado lesivo y provocado un déficit comercial permanente, con la consecuente
salida masiva de divisas.
Asimismo, se podrán alcanzar
beneficios relacionados al comercio de servicios, en este último rubro, México
es también poco competitivo, ya que el déficit en servicios de la cuenta
corriente, es la que más contribuye al déficit en cuenta corriente.
Larraín, Jorge. "Historia del TTP" (en línea) http://www.economia.unam.mx/publicaciones/econinforma/380/04yarto.pdf en Economía Informa No. 380, México, Mayo-Junio 2013, pp. 54-66.
Larraín, Jorge. "Historia del TTP" (en línea) http://www.economia.unam.mx/publicaciones/econinforma/380/04yarto.pdf en Economía Informa No. 380, México, Mayo-Junio 2013, pp. 54-66.
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