miércoles, 4 de mayo de 2016

Rosa Blanca

Título: Rosa blanca
Director: Roberto Gavaldón
Año: 1961
País: México
Duración: 104 min.
Adaptación: Phil Stevenson, Emilio Carballido y Roberto Gavaldón
Música: Raúl Lavista
Reparto: Ignacio López Tarso (Jacinto Yáñez), Christiane Martell (Georgette), Reinhold Olszewski (Robert G. Kollenz), Rita Macedo (Carmen López de Yáñez), John Kelly (Abner), Alejandro Ciangherotti (gobernador del estado de Veracruz), Tony Carbajal (Pedro Friguillo), Katherine Welsh (Aída, secretaria de Kollenz), Enrique Lucero (Blas Urrutia, campesino), Claudio Brook (cónsul de México en Los Ángeles), Fernando Wagner (Von Allpenstock, alemán de la Condor), David Reynoso (secretario de la CTM), George Neale (Mr. Douglas), Aurora Clavel, Eugenio Rossi.
Link de video (Youtube):
https://www.youtube.com/watch?v=4OMsoN-LQtE
https://www.youtube.com/watch?v=dg9DM9t61l4


El oro negro, el petróleo; recurso que si bien nos ha traído múltiples usos para la vida moderna, trajo graves consecuencias para la naturaleza y para aquellos que trabajan en ella. Rosa Blanca es una película que nos muestra la terrible realidad del negocio del petróleo, nos muestra la codicia y los medios que se usan para alcanzar lo que destruye al hombre, la riqueza.
En la historia nos encontramos con Jacinto Yáñez, propietario de una hacienda en Veracruz, una bella hacienda con árboles frutales, con cañas, con maíz, con trabajadores y sus familias, con hermosos animales y, lo que no se puede comprar, una historia familiar. Es este hermoso lugar el que la empresa Condor Oil Co. intenta comprar ya que, si consiguen este territorio, lograrán haber conseguido explotar el territorio.
Sin embargo, sucedió algo que no se encontraba en sus planes: el señor Jacinto Yáñez no planeaba vender su hacienda, para él, este lugar no tenía precio y, a pesar, de que lo intentaron convencer mostrándole enormes cantidades de dinero él no aceptó. Es en estos argumentos que da el señor Yáñez que nos muestra que la felicidad no se puede comprar: “No queremos mucho, necesitamos poco, somos felices…”.
A pesar de que el señor Yáñez nunca iba a aceptar, la Condor Oil Company, no se rendiría, para hombres como ellos no importan los demás a menos que se interpongan en su camino para alcanzar el éxito. Es así como comienza una lucha entre la Condor y el señor Yáñez para conseguir la hacienda Rosa Blanca.
El plan comienza de la siguiente manera: Abner, un norteamericano, es contratado por Kollenz (dueño de Condor Oil Co.) y se dirige a Veracruz, en este lugar habla con un hombre que contrata trabajadores para las petroleras, quien, lo lleva a Rosa Blanca con Jacinto; es así como Abner comienza a familiarizarse con la familia Yáñez, se comporta muy amable y les muestra fotos de su país, así, Jacinto le comienza a tomar cariño y antes de que Abner se fuera le regala tres caballos; en “agradecimiento” a este regalo Abner lo invita a su supuesta hacienda en E.U.
El engaño estaba comenzando al punto más importante, el momento de llevarlo a la Condor Oil Co. para, mediante engaños, hacerlo firmar un contrato en donde aceptaba vender la Rosa Blanca; para Jacinto, que no sabía leer y menos el idioma inglés era muy fácil engañarlo pero es en esta parte en donde nos encontramos con la verdadera fortaleza de un hombre:
“Dígale a este señor que no desperdicie su dinero, que la palabra de un ranchero mexicano vale lo mismo aunque no esté escrita, dígale también que la Rosa Blanca no es nomás caballos y cerdos, que es un pedazo de mi patria, que es vida: la mí a y la de mis gente, que es nuestro sol, y el aire y el lugar donde van a crecer nuestros hijos, que es nuestra tierra, y que por 100,00 dólares yo no voy a darles cuenta a un grupito de extranjeros de lo que a mí se me antoje hacer allá. Eso dígale; que no firmo, y que se guarde bien su dinero y dígale que nomás soy honrado, que no soy tonto.”
El plan no había funcionado, don Jacinto, no había caído y tenía toda la razón, no era un tonto, aunque quisieron engañarlo como a uno. Pero ahora venía la peor parte: conseguir esa firma a la fuerza. Abner, le dice a don Jacinto que fuera mejor a su hacienda para irse después a su tierra, este acepta; en el camino comienza a dormitar y en cuanto se queda dormido Abner lo golpea y, lo asesina. Horas después, se encontraba “don Jacinto” firmando el contrato de venta en Condor Oil Co.
Habían pasados dos meses, hacia dos meses que don Jacinto se había ido a E.U. y no había regresado. Fue en ese momento cuando un grupo de camiones de Condor Oli Co. llega a Rosa Blanca y desalojan a todos los habitantes de la hacienda, Carmen lo sabía, su esposo había sido asesinado y ahora les robaban la hacienda.
Una vez destruida la hacienda Domingo, el hijo de Jacinto, no abandona la tierra y se pone a trabajar en ella a pesar de que ahora pertenecía a la compañía petrolera. Es en un día de trabajo cuando ocurre un accidente y comienza a incendiarse la planta en donde mueren 5 hombres.
Nadie dejaría que esto quedara así, Domingo y los demás realizan una huelga en donde exigían una indemnización por los daños. Este caso y los demás (acerca del abuso de las compañías petroleras) llegaron a nivel inimaginable, llegando finalmente el caso al mismo Presidente de la República: Lázaro Cárdenas, quien expropio el petróleo, poniendo fin a la intervención de las compañías extranjeras en México.
“Licenciado: ¿Y por qué no puede venderla entonces?
Don Jacinto: Porque un día de estos, cuando me muera, voy a reunirme con mis padres y me van a pedir cuentas de los que haya sembrado y de lo que haya hecho para los que vengan después de mí, yo no voy a resultarles con que he vendido nuestra tierra.
Licenciado: Pero Don Jacinto con el dinero que le ofrecemos puede desmontar cuantas selvas quiera y sembrar cuantos árboles se le antojen, puede incorporarse a la vida moderna, comprar un automóvil mejor que el mío.
Don Jacinto: ¿Y para qué quiero un automóvil señor Licenciado?
Licenciado: Hombre, con un carro puede llegar a Tuxpan en media hora.
Don Jacinto: Cuando yo voy a Tuxpan, Licenciado, me levanto temprano pa ver por el camino el salir del sol, me gusta ver como crece el maíz y como va la caña y como han floreado los matorrales o me detengo un rato y pesco una buena tortuga en la laguna y  siempre llegó a Tuxpan a muy buena hora. Así es que mire todo lo que yo me perdería con su automóvil.”
¿Cuántas cosas nos hemos perdido?

Comentario:
La película Rosa Blanca, y todo lo que hicieron los empresarios de Condor Oil, es sólo una probada de los que los empresarios y políticos de hoy están dispuestos a hacer para conseguir aquello que les traiga un beneficio económico.
La historia me pareció muy triste, ya que me hizo recordar que el hombre a perdido esa verdadera conexión con la Naturaleza y que ahora lo único que le es importante es el dinero. Hoy en día estamos generando un enorme deterioro ambiental y cada día estamos acabando con aquello que nos sostiene, sin darle nada a cambio.
El petróleo es un ejemplo, pero existen muchos otros: los bosques, las tierras, el agua, la gente, etc.  y cada día aumenta la codicia del hombre por conseguirlos. Todo esto tiene un solo objetivo en común y si nosotros no nos damos cuenta de lo que estamos ocasionando acabaremos por destruir no sólo a la Naturaleza, sino a nosotros mismos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario